Teleferico tiene un sobreprecio de 227,2 millones de dólares

El gobierno del MAS y a la cabeza del ex presidente Evo Morales gastó más de 7 millones de dólares adicionales por kilómetro de línea de teleférico que un reciente contrato firmado en México. Lo que llama la atención es que una de las dos empresas que llevará a acabo dicha obra es la misma que realizó la instalación de los teleferico en Bolivia, Dopelmayr. 
En México se pagarán 16 millones de dólares por kilómetro, mientras que en Bolivia se gastó 23,1 millones por kilómetro. Con esa base se calcula que fueron 227,2 millones de dólares pagados en exceso en Bolivia. 
A pesar de que el el costo en México sea de un tercio menos que en Bolivia, el servicio en México será más moderno puesto que tofoad las cabinas contarán con aire acondicionado y wifi.

Esta estafa a Bolivia habría sido posible por un decreto supremos aprobado por Morales que permite contratar de manera directa a empresas extranjeras para que realicen obras en Bolivia. Si se hubiera llegado a los precios que México cobra hoy en día  el país no hubiera pagada 740 millones de dólares, sino sólo 540, ahorrando casi un tercio del costo de la obra.

Carlos Gill, empresario venezolano que se dice que es dueño de La Razón y de los ferrocarriles oriental y occidenta habría sido el contratado para montar el servicio de mi teleferico en Bolivia. Dicho emprrsario admitió ser amigo de Morales y Linera, por ello se le habría contratado de manera directa. 
El gobierno de la Ciudad de México dio a conocer que las empresas que llevarán a cabo la construcción de su teleferico son la austriaca Dopelmayr que pudo 19 millones de sus por kilómetro y la italiana leitner que pedía 13 millones de dólares por kilómetro.

Pará no generar conflicto el gobierno de Mexico adjudicó la obra a las dos empresas logra do un precio promedio de 16 millones de dólares por kilómetro. Ante este problemática el ex gerente de mi teleferico, Cesar Dockweiler mintio al país sobre la situación del contrato en México.

Primero aseguró que la empresa Leitner es d emenor calidad que la austriaca Dopelmayr, lo que resultó falso puesto que el contrato que se lleva adelante en México establece que ambas garbatizan la misma calidad.

Por otro lado Dockweiler también aseguró que el precio de 16 millones spor kilómetro tampoco contempla el pago de impuestos, lo que también resultó falso puesto que el contrato que realizó la alcaldía de México también contempla impuestos.

Ante la presión de los medios y el inicio de las investigaciones de un asalto de más de 200 millones de dólares, César Dockweiler escapó de país. Mientas el empresario Gill sigue trabajando en Bolivia y con contratos con el Estado.

#ResistenciaCivil 

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